Siempre me he definido como un fotógrafo emocional, me gusta captar todos esos gestos que hacen que cada momento sea único e irrepetible. Y en esta boda se han dado muchos de estos momentos.

Mientras el novio se vestía reinaba la calma, y nos encontramos con la primera sorpresa, Sandra le había puesto un detallito entre las cosas de David, un reloj que podéis ver en las imágenes. Y para que los niños no se aburrieran, que mejor que colaborar y ayudar a su padre incluso a afeitarse. En casa de la novia, ya había más nervios, pero aún así todo transcurrió con calma.

A continuación nos desplazamos a la Finca El Lago en Elche donde se celebró la ceremonia y el posterior banquete. La ceremonia se preparó con mucho mimo y detalle por parte de los novios que no querían dejar nada al azar, fijaros en los originales pañuelos de papel que prepararon y además hicieron mucha falta, sobretodo cuando el hijo mayor de David les dedicó unas palabras y todos rompieron a llorar de emoción.

Transcurrida la ceremonia, realizamos unas cuantas fotos de exteriores en la misma finca y aquí llegó una sorpresa para los novios, que fué el gran castillo de fuegos artificiales por parte de los amigos, pero no se acaban aquí las sorpresas, porque disfrutamos de una gran actuación con un caballo que nos dejó a todos con los pelillos de punta. Y ahora si, era el momento de sentarse a disfrutar de toda su gente, vuestra gente.

Un abrazo muy grande para David y Sandra y vuestras familias, y muchas gracias confiar en mi para ser vuestro fotógrafo de bodas.

Para los que queráis ver las fotografías del reportaje preboda en Alicante de Sandra y David, pinchar aquí.