¡Qué mejor regalo puede tener un padre que las risas de su preciosa niña mientras juega! Es un sentimiento indescriptible, un sentimiento que sólo los que somos papis somos capaces de sentir. Un amor incondicional y que nada puede superar.

Hace ya tiempo que quería publicar estas fotos ya que me hace muchísima ilusión poder mostrar lo sencillo que es transmitir los sentimientos en una sesión de fotos sin necesidad de añadir elementos externos, sólo utilizamos cariño, amor y mucha ternura.